Uno de nuestros primeros encargos fue el pasado mes de junio con motivo del primer aniversario del café-taller “Que viene el lobo”. Marta y Gema se han embarcado en un valiente y atractivo proyecto donde ofrecen un espacio para todos los públicos, especialmente a personas a cargo de niños, como público objetivo fundamental. En él se imparten talleres artísticos y literarios de diversas disciplinas (collage, pintura, escultura y modelado, cuenta cuentos, teatro, papiroflexia, etc.), para menores de 14 años. Además ofrecen servicios simultáneos a los talleres, dirigidos a adultos: cafetería, espacio wi-fi y sala de lectura-biblioteca.
Pues bien, quisieron celebran su primer año en el mundo laboral y como centro indispensable para pasar las tardes con los peques, por todo lo alto.
Para ello lo hicieron como sólo ellas saben hacerlo: decorando el local con trabajos de los más peques y todo con materiales reciclables/reciclados: guirnaldas de mariposas de papiroflexia o de castillos y casitas de gnomos; estrellas de colores; decoración colgante con botellas de plástico…
En esta labor les ayudamos desde ARAE Patrimonio para niños.
Desde el comienzo de la concepción de “Que viene el lobo”, sus creadoras quisieron crear un bosque de la zona de taller “El bosque del lobo” y soñaron con un árbol donde colgar las creaciones y sueños de los más peques.
Con material donado por Loftalento, creamos un árbol de cartón reciclado y además pudimos realizar un castillo en uno de los rincones más deseados de los peques. El castillo con su torre, foso, puente levadizo y ventana desde la cual se asomaba una sorpresa fue una de las atracciones de la fiesta. Con ello, se pretende acercar a los niños, de manera lúdica, las construcciones históricas mediante la utilización y explicación de las partes del castillo. En esta ocasión realizamos una torre bastante detallada donde se pudo comprender la función de las almenas, las aspilleras o el matacan.
Además contamos con la colaboración de Mat y Maria que con su experiencia en animales australianos complementaron la escena con un par de cocodrilos articulados.